Esto pasó en el avión militar a la Antártida

Buenas, querido. Espero que estés muy bien.

Ya que tenemos este espacio más privado entre vos y yo, quiero contarte una anécdota personal.

(Para que me conozcas mejor y de paso aprendas un concepto muy piola sobre branding)

La cosa es así.

La amiga de un amigo (toda historia poco creíble comienza así jajaja) tiene una marca de ropa. 

Me mandó un buzo y me dijo “che, nos gusta lo que hacés, queremos regalarte esto”. Sin pedir nada a cambio.

No entendí. ¿Por qué me regalarían ropa a mí?

No tengo una audiencia que me siga por cómo me visto…

Así que no les iba a generar ventas…

No sé, no entendí muy bien.

Un tiempo después (mientras estaba en el baño) me llamaron para invitarme a la Antártida.

(Con la fuerza aérea y gracias a mi marca personal)

Y cuando estaba armando la valija para ir, pensé:

“Che, ¿por qué no llevo el buzo y me saco una foto en la Antártida para devolverles el gesto?”

Y lo hice, el resultado es la foto que viste al comienzo del email.

Hace 2 años me hubiera vuelto loco porque la foto estaba desenfocada.

Pero no me importa. El foco está en el significado.

Si me hubieran dicho que me pagaban por usar el buzo y sacarme una foto, les hubiera dicho que no.

Pero me lo dieron desinteresadamente. Sin esperar nada a cambio.

Y por reciprocidad, sentí que estaría bueno devolverles algo así que me saqué la foto y se la mandé (y ahora estoy haciendo esto, jajaja).

Me pareció una buena forma de hacer branding y una buena anécdota. Quería pasarme por acá para compartírtela.

Nos vemos,

-Chichito